25.2.09

Me releí después de mucho mucho tiempo esa conversación (no se en que estaba pensando), y tengo que decirlo: me dio bronca que todo haya terminado así. Dejando de hablar, ni siquiera dijimos -terminamos- y yo con toda esta bronca acumulada y esta angustia de no saber qué hice mal, de tener miedo de volver a equivocarme, de que me vuelvan a dejar, te odio ahora me cuesta más aun confiar. Y volví a pensar en que no entendí, y nunca voy a entender, qué carajo te paso. Cómo pudiste pasar de decirme que siempre me ibas a querer, a decirme que ya no te importo. Y supongo que es parte de la personalidad del ser humano, que todo radica en cambiar y que, como bien escuche por ahí, todo fluye y nada permanece. Pero yo no soy un río, y sí podés bañarte dos veces en mí sin demasiado cambio. Lo peor es que por sobre todos tus defectos y mis miedos, yo te quise. Quizá más de lo que admitía, y seguro más de lo que creias. Y duele bastante, Saber que te tiraste a la pileta pensando que ya sabías nadar, y tuviste que hacer perrito para no ahogarte. Y que esa decepción es como pinchazos que se prolongan un tiempo, que te siguen doliendo hasta cuando ya terminó. Y es como un dolor que te vuelve cuando tocás la zona, cuando te acercás de nuevo. Y sí, es cierto, todo fluye. Ya pasó, ya quedó sepultado abajo de algún lugar que frecuentabamos. Pero hay días en que me acuerdo de vos, y no puedo evitar pensar si vas a leer esto, si te seguís acordando de mí, si te arrepentís de no haberme hablado cuando te vi y sobre todo, si me quisiste. Si todavía me queda pensar que no estaba sola en esa lluvia.

No comments: